viernes, 2 de noviembre de 2012

Anécdotas


Estábamos regresando de una de las múltiples cenas que tenemos a la semana (aquí hay semanas que parecemos gente importante, nos invitan a cenar a menudo), y cuando creí que íbamos a ir directamente a casa me dijeron que teníamos que pasar a otra casa a coger una cosa. Era la casa de un familiar pero no había nadie porque ya no vive ahí. El caso es que llegamos y nos empezaron a enseñar la casa. Mis ganas de irme de allí y llegar a casa crecían como la espuma, estaba todo cerrado y necesitaba ir al servicio porque iba a explotar. Tras ver toda la casa y alucinar con las vistas procedimos a abandonarla. Mis ganas de cambiar el agua al canario eran insoportables y solo nos quedaban 10 minutos. Digo solo porque no parecen muchos, pero era eterno. Ya quedaba menos, pero no podía más. En mitad de la autopista le dije que no podía más que parase o le meaba el coche… No se me ocurrió algo más sutil, así que viendo la que podía armar decidimos parar,… Cogimos la siguiente salida y vi que daba una vuelta muy rara, así que le dije… “¡Veo un árbol, para aquí!” El chico alucinaba, buscó un sitio en un parking al que entramos cerca de un bar… pero antes de parar yo ya estaba saltando del coche. Bendito árbol… Por cierto era la primera vez que veía a este chico, no le conocía de nada… y al despedirme le di la mano… izquierda por supuesto.


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Hoy parece ser un día más en la escuela, pero no lo es. Llego al colegio y todo el mundo está vestido poco acorde a lo que entiendo yo que es un día en la escuela. Me parece una locura, pero hoy es el ¡¡¡Día de los Pijamas!!! Nadie me había avisado, y la verdad es que se lo agradezco. El caso es que todos los niños de 1er y 2º grado van con sus zapatillas de estar por casa, sus pijamas, sus peluches favoritos, sus mantas, y cualquier otra cosa que os podáis imaginar. “¡¡¡Lucha de almohadas!!!”.


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Gracias a la empresa Mattel. Esto os sonará más que raro. Es más no creo que sepáis la mayoría, ni de lo que estoy hablando… Pues bien, esta empresa es la mente iluminada que creó Dora. Dora, la exploradora. A partir de aquí a todos nos suena. Pues muy bien, en los episodios de Dora aparece un personaje que se llama Diego, e igual que en España ellos hablan inglés, aquí hablan español… Imaginaros las risas de los niños cuando nos ven a Inma y a mí en el colegio hablando español. ¡¡¡Somos Dora y Diego!!! Solo me queda el consuelo de que no me cambian de nombre… ¡qué triste!


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Escribo esto para hacer un llamamiento a los colegios, me da igual del sitio/lugar o como queráis llamarlo, pero lo que no se puede hacer es tener un: “Día de los Abuelos”. Estos personajillos son, la mayoría de las veces, peores que sus nietos; y si le añades que están en un recinto con ellos y otros muchos niños se arma la nunca vista. Su querido siempre lleva razón, siempre tiene que estar jugando,… los otros son rivales, contrincantes, adversarios, y si me apuras, enemigos. Un abuelo se pega con quien sea por su nieto. Pero recuerda ESTO ES UN COLEGIO. Ese día parece que no existen normas. Las normas las ponen los abuelos que llegan al principio. SI no eres de los primeros olvídate de utilizar el columpio. Ya habrá alguien que te diga que está su nieto y que tú no puedes quitarle de ahí.  


Mi día consistió en esconderme de los abuelos que daban la chapa, esquivar sillas ruedas, luchar con los abuelos para terminar dándome por vencido, estar atento a los OVNIs (frisbees u otros objetos), saltar cuerdas peligrosas, evitar pelotazos,…

Gracias abuelos, pero en la escuela sois… un estorbo.

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Esto era una vez un pequeño animalito que tenía frío. No sabía dónde resguardarse hasta que encontró un lugar que decidió llamar casa. Él no lo sabía pero este bonito lugar ya estaba ocupado. Y no se trataba de otra cosa que la casa en la que me encuentro en estos momentos. El animalito en cuestión es o, mejor dicho, era un ratón.

Esta historia llegó a mis oídos un día que regresaba del colegio. Allí estaba Eva para decirme que había algo, no supo muy bien especificarme pero intuimos que era un ratón. Se encontraba en la habitación del ordenador y estuvimos dos días con la puerta cerrada y teniendo mucho cuidado de que no se escapara de ahí.

Un día hartos de este juego e imaginando que se iba a morir de hambre, decidimos que había que capturarlo; no cazarlo, sino capturarlo. Así que el objetivo estaba claro pero el procedimiento no se sabía muy bien. Estaba debajo de un armario y dimos golpes hasta que salió de allí, una vez arrinconado lo metimos en una bolsa que sacamos rápidamente dejándolo vivir. Aquí los animales son sagrados y, como no, decidimos darle una segunda oportunidad.


Dos días más tarde nos veíamos en la misma tesitura. El maldito ratón quería colonizar nuestra tierra. Con sus mejores armas se plantó en la cocina y se rio de nosotros durante unos días. Conseguimos trampas inútiles para ratones que nunca funcionaron, daba igual que pusiéramos en ella (queso, mantequilla de cacahuete, pan,…) Se estuvo moviendo de la cocina, al salón, del salón al comedor, a la habitación del billar,… nosotros, al llegar a casa, intentábamos descifrar dónde podía estar ese día….

Viendo que nos estaba ganando la batalla un maldito ratón que no llegaba a tener más de 6 centímetros decidimos comprar la última tecnología. Se trata de unos paneles pequeños muy pegajosos, con una especie de pegamento superglue. En mitad de ellos pusimos mantequilla de cacahuete y cada uno de nosotros cogimos dos.

En ese momento intenté pensar cuál sería la mejor posición para los mismos. Me metí en el papel. Pensé como un ratón. Y coloqué uno detrás del sofá si está al lado de la televisión, el otro fue a parar debajo de un armario.

Al día siguiente mientras preparábamos la cena, escuchamos el grito de uno de los niños que decía:”¡¡¡lo tenemos!!!” Allí que fuimos todos a verlo y, efectivamente, en mi queridísima lámina de pegamento se hallaba el tan buscado roedor. Las lágrimas de emoción invadían mi cara. Lo metimos en una bolsa y lo llevamos a un cubo pequeño de basura. Allí nuestro último e inesperado huésped vio como una suela se aproximaba a su pequeño cuerpo. Raudo y veloz. Fin.

8 comentarios:

  1. Te nos vas a parecer a nuestra prima Luna, que todo el día se está meando.... jajaja

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  2. Eso es imposible, nunca se podrá igualar ("Luna,... esconditeee!!!" Y Luna diría: "Tengo que ir al baño" justo en el momento que la van a pillar jajajajaj) Fue un problema de planificación :DD

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  3. "me meti en el papel""pense como un raton" me descojono, y q lastima q tengas q explicar que es Mattel,como si ni siquiera os sonara, tales como barbie. he-man, matchbox.... son suyos, un poquito de porfavor.

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    1. perdón mente inteligente... yo lo explico para que le quede claro al que no sepa; yo cuando lo leí no me sonaba de nada y luego al buscarlo empecé a recordar... no todos tenemos los conceptos tan claros en el cerebro jajajajaj
      PD: de todas formas de los que has nombrado pocos llegan a mi década jajajaja

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    2. dfadsnfadsnfñasdsfokmsadvmdskmvokmdv

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  4. Hola Diego,

    Siento no haber comentado antes en el blog pero pienso hacerlo a partir de ahora jejeje

    Estoy totalmente de acuerdo con Victor, esa aventura de "me estoy meando... para que me meo" es totalmente de Luna.... aissssh estos primos lo que se parecen entre ellos jajajajaja

    Y vaya aventura la del ratón, yo una vez capturé uno en la casa de Cabañas con un cubo de pintura, un tornillo, hilo y queso de cebo.... algo así como las trampas que ponen en los dibujos animados jaja Seguro que la familia Seguido se acuerda de ese ratoncito... tu tía estaba histérica!!

    Ánimo por esos lares niño!! disfruta y pon más fotos en el facebook!!!!!!

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  5. Última tecnología...pocos ratones has cazado!!!

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    1. La verdad que cazar ratones no es mi fuerte... pero me parece penoso (aunque efectivo) jajajajaj

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