Mall viene siendo
para nosotros centro comercial. Y un mall
que se llama “Mall of America” solo puede ser el centro comercial más grande de
América. No me atrevo a decir el más grande del mundo porque los países árabes
y asiáticos están muy locos y a lo mejor tienen hasta uno mayor, pero creo que
no veré uno igual, o simplemente parecido, en mi vida.
No sé como explicarlo, cogemos el coche y recorremos un
montón de millas, alrededor de 3 horas y media después llegamos a nuestro
destino (nos pasamos la salida, suelen ser 3 horas normalmente).
Quedan cinco minutos para llegar. Los niños están dormidos…
He ido con una familia del colegio, tienen dos niños a los
cuales imparto clase en 3er y 4º grado, y a ellos hay que añadir una prima que
está viviendo con ellos ahora, aunque luego se volverá a su país de origen:
Guatemala. Esta familia me cae muy bien, son muy majos, y siempre están para lo
que necesitemos. Cada día que nos llevan o compartimos un rato con ellos
aprendemos un montón de cosas cada cual más interesante. Tengo mucho que
agradecerles.
Prosigo con lo que iba anteriormente…
Los niños se despiertan. Este momento es importante. A lo
lejos se ve el edificio. Más que ver, se intuye. Se pueden ver algunos
carteles. Se ve el parking. Nos acercamos. Lo tenemos encima. Entramos al
parking. El corazón se acelera. Buscamos un hueco libre. En esta planta no. En
la siguiente, tampoco. En la siguiente, tampoco. Subimos hasta la última planta
y aparcamos.
Bajamos un piso. Y entramos. Entramos al mall. Todo parece normal. La entrada no
es nada del otro mundo. Avanzamos. Avanzamos rápidamente. Hay necesidad de ver
todo aquello. Y empezamos a mirar a un lado. A otro. Arriba. Abajo.
Seguimos avanzando. Vemos unos cuantos restaurantes. Algunos
de ellos muy extraños. Y de repente…
GUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!!!!!!!
Esto que veis aquí es el centro comercial. Más que centro
comercial es un parque de atracciones cubierto. Os dejo el mapa aquí abajo para
que os podáis hacer una pequeña idea de como es:
Me monté en casi todas las atracciones que podéis ver. Me
dio la familia una pulsera y allá que fui yo con los niños a montarme en todo.
Como si volviese a tener 8 años, allí estaba yo con una sonrisa imborrable.
Tenía pensado ir de compras pero al final las compras se aplazaron para otro
día (si es que vuelvo por allí). Eso sí, me compré una camiseta. No podía irme
de allí sin adquirir algo.
Fue pasando el día, y reservaron sitio en un restaurante
diferente. En un restaurante especial. Os dejo alguna foto para que podáis
disfrutar de parte de su encanto.
Una vez terminada la cena estábamos todos que nos caíamos
del cansancio. El día había sido muy largo y decidimos que era la hora de
volver. Nos quedaban 3 horas como poco de vuelta a casa y eran casi las 10 de
noche. Así que cogimos el coche y salimos del mall, no sin antes despedirnos de esas cuatro paredes, para
proceder a luchar contra una niebla espesa que nos encontraríamos más adelante.
Al final llegamos a casa reventados de andar, de madrugar, de viajar,… de todo. Eso sí, con una experiencia más que guardaremos en nuestro grandes y profundos bolsillos.
PD: Os dejo más fotos de este coloso de las compras...
PD: Me han dicho que volveremos lo más seguro... así que si hay alguna cosa que queréis saber o tenéis curiosidad dejarla en un comentario y cuando vuelva intento responder/enseñárosla/...
De allí me tendré que comprar algo yo también... no vas a ser tú el único jajajaajaja
ResponderEliminarJodido Michu... Pues no te preocupes que iremos para allá ;)
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