La vuelta al cole

Mi primer día de clase, ese día que todos esperamos impacientes pues no sabemos lo que nos va a deparar…

Te levantas un día; tomas un vuelo destino a… bueno ¡qué más dará el destino!; no se habla tu idioma; alguien del que no sabes nada te recoge en un aeropuerto de por ahí y te lleva a su casa; no conoces nada; no conoces a nadie, bueno a la directora pero no la entiendes mucho; te plantan delante de 24 monstruitos que no controlas en español así que imagínate en inglés;… y así podría seguir una lista de cosas.

Sin embargo, yo me levanto y pienso (difícil en mí pero ese día estaba inspirado). Es un buen día para conocer otro país; otro aeropuerto; otra ciudad; otras personas; otros profesores; otros métodos; otra enseñanza; aprendo inglés; enseño español; es un tren que hay que coger porque hay algunos que no pasan dos veces,…

En definitiva, todo esto es muy bonito pero yo, osease mi persona, llevaba marrón en los gayumbos, hablando en castellano, “iba cagao”.

Allí aparezco yo, el cole le conocía del día anterior; algo llevaba hecho por lo menos; pero aún así era demasiado poco como para todas las variables que rondaban mi cabeza. Y lo mejor de todo es que entro en clase, conozco a una de las profesoras con las que estoy y me dice en “español”, que no castellano: “Pinche güeyyy, es mi primer día de profe”. Bueno lo de pinche güey me lo he inventado pero… ¿habrá que darle algo de salsa a esto no? Así que nada, en ese momento es cuando quise irme debajo de una mesa y que no me vea nadie… pero ahí me quedé y le solté un precioso: “No te preocupes, seguro que sale todo bien”. No me preguntéis porqué pero le respondí en inglés (Os pondría mi frase en el idioma anglosajón, pero esto no es un blog de humor…)

Vamos a lo importante. El día ha empezado, empiezan a venir los primeros niños y…

¡Ah! Se me olvidaba, conocí a una profe que me encanta; me habla en español, inglés o mediante gestos cuando no la entiendo en ninguno de los dos… Ella me dio mi horario, y para variar las mates me acompañan como nunca han dejado de hacerlo… Sus métodos de trabajo son tan, pero tan sorprendentes; y eso que solo llevo aquí dos días. (Dos días porque empecé el martes pero no he tenido tiempo de actualizar esto).

Seguimos entonces,… empiezan a venir los niños y… ¡ni te miran! Como si no existieras, ellos se sientan en su silla y esperan instrucciones. Vamos que debe ser que me ven como algo decorativo en la clase… Todo iba bien, el día había que intentar pasarlo sin complicaciones, y tenía las siete palabras que todos debemos conocer, puesto que te abren muchas puertas: hello!, Nice to meet you, ok, bye. Lo siguiente que debes hacer es darte la vuelta y correr…

Pero amigo, esto no iba a ser tan fácil,… ¡un despitadooo! ¡Cuidado! Pero ya sabemos que da igual, por más que te escondas de un despistado, te va a encontrar…

Os relato como fue:

-          El despistado mira su víctima (yo).

-          Me doy cuenta y trato de huir.

-          No es suficiente, por lo que me hago el español y le digo que no entiendo nada.

-          No se rinde e intenta explicártelo con otras palabras.

-          Tú te das cuenta y saludas a lo primero que pasa por ahí,… ¡Hello elephant! Si, si elephant, da igual. Entiendo que sabéis que no pasaba por ahí uno de esos, pero yo lo aclaro por si acaso… A lo importante… el despistado te toma por tonto y pasa de ti.

-          ¡Has ganado!... o eso creías.

-          El despistado ha encontrado otra víctima que te devuelve la pelota… y claro ahí ya hay poco que hacer, te das por vencido. En definitiva: pierdes, te rindes y le ayudas.

El resto del día ha estado bien, conocí a la otra profesora nativa de español y quieras o no escuchar español ayuda. Es el momento relax.

Hablando ya del día de hoy, segundo día para mí; todo va mejorando a pasos agigantados, yo creo que ni yo mismo hubiera imaginado que esto fuera tan rápido. Ha sido un gran día, he disfrutado muchísimo jugando con los números y queramos o no, jugar es la mejor manera de aprender.

Mañana será otro día cargado de cosas interesantes, esperemos que sean lo suficientemente interesantes para ser contadas…