sábado, 22 de septiembre de 2012

Los jueves


El jueves es el cuarto día de la semana; el día que está justo en medio entre lunes y domingo. Pero también es una canción de LODVG. O incluso una revista. Pero para mí los jueves son un día diferente, un día en el que tengo que ir a cenar a la casa de, normalmente, personas que no conozco. El jueves fue la segunda de las cenas.

Esto va de la siguiente manera… Hay una lista en la que la gente se apunta para darnos de cenar (imagino lo que estáis pensando, y sí, yo también me siento como una mercancía…) así que allí que vamos Inma, que es la otra Intern, y yo.

El primer día nos tocó en casa de Ms. Mason, o como nosotros la llamamos, María. Es la profesora de arte en el colegio. Terminamos éste y nos fuimos con ella en el coche hacia el Y (YMCA, o lo que es lo mismo, el gimnasio de aquí; luego os contaré más acerca de él, pues tiene una historia interesante). En el Y no estuvimos mucho, únicamente unos 30 minutos en los cuales nos dio tiempo a jugar al futbolín con un niño de unos 5 años que era más malo que jugar sin brazos; y  al air-hockey.



Tras este breve tiempo allí, nos fuimos a otro pueblo (no muy lejano) para llegar a su casa. Una casa bonita, con un montón de platos en la cocina que databan de siglos atrás y que estaban expuestos. Tras la cocina, un patio precioso, con una carpa cuadrada de madera y luces cruzadas de esquina a esquina, acompañado de una perfecta tarde-noche, hizo que ese sitio fuera una auténtica delicia. Tras este momento de reconocimiento de la casa y de tomar un poco de agua (vaso al que golpeé tirando todo el agua por la mesa y empapando el móvil de María… ¡qué mala pata! Aún tengo que aguantar bromas…) Nos dispusimos a cenar un delicioso y contundente trozo de carne con cebolla, zanahorias, huevo,… que estaba delicioso.  Un trozo de lo que sobró se lo ha llevado al colegio y todos la mirábamos ansiosos esperando que ofreciera un poco, para desgracia nuestra eso nunca llegó a suceder…

La verdad que al principio la tarde no prometía, nos costó arrancar bastante pero una vez que empezamos con las canciones típicas españolas tales como: “La mayonesa”, “Aserejé”, “Paquito, el chocolatero”, “El chacachá del tren”, “Los pajaritos” aquí es conocido como ”Chicken dance”.… A partir de ahí nos vinimos arriba y estuvimos  haciendo el tonto un rato. Nos dieron las mil y al día siguiente hubo que ir al cole gastando algo de energía de la reserva…


Lo que os comentaba del Y. A todos nosotros nos dicen las siglas YMCA y lo primero que se nos viene a la cabeza y lo que la mayoría conocemos es la canción. Pero tiene una intrahistoria muy particular que yo desconocía. Os dejo el enlace de la canción: (http://www.youtube.com/watch?v=xWPggrghWnA&feature=related)



El caso es que el Y era antes un lugar de acogida para los sin techo. Allí podían dormir, comer, ducharse y demás. Y ahora se ha convertido en un gimnasio. Pero no solo hay un gimnasio, hay un montón. Os dejo un enlace por si queréis saber algo más sobre el Y y la ONG que lo hacía y hace posible (http://definicion.de/ymca/). La letra de la canción nos explica todo esto, pero claro el inglés,… no es lo nuestro. Os dejo aquí el enlace con la letra en inglés y español. (http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Y-M-C-A-_3608.htm).


Cambiando de tema...

La segunda cena. Esta cena es diferente. Muy diferente. Fue en casa de un alumno del colegio, él está en mi clase.

Os pongo en situación, cada clase tiene a un niño que no es como los demás, que es obvio que es distinto; que de primeras no lo quieres tener en clase. ¿Por qué? Os preguntaréis… Pues muy sencillo, porque molesta, entretiene, hace lo que le da la gana,… va a su bola en definitiva. Pero os diré que después de la cena le miro con otros ojos, me encuentro delante de un auténtico genio.

He de decir que a la cena no íbamos con muchas ganas, pues las habladurías hacían que fuéramos más nerviosos de lo habitual. La gente sabía dónde nos tocaba cenar y se acercaban para darnos el pésame y desearnos suerte. Y la verdad que la necesitábamos aunque no tanto como la gente pensaba, allí descubrimos a una familia… distinta.

La madre es una mujer majísima, muy atenta, que se ha ganado el cielo teniendo que aguantar a lo que tiene por marido. Del espécimen os hablo a continuación. Es vegetariano, bueno la familia es vegetariana pero nos pusieron pollo para cenar. Todos nos comimos el pollo menos él. Él tenía un batido de no sé qué y no se sentó en la mesa con nosotros, iba hablando mientras andaba a nuestro alrededor. Nos dio una chapa alucinante, se pudo tirar 10 minutos hablando sin dejarnos decir nada… así que a los dos minutos desconecté. El resto de minutos me los pasé rezando para que su monólogo no terminara en una pregunta, porque como me preguntara algo iba a flipar con mi cara de póker.

Tuve suerte, él se calló y se hizo un silencio sepulcral en el que aproveché para coger mi cuchara, llenarla de lo primero que pillé en el plato y comer como nunca lo había hecho. Era el momento de respirar profundamente y volver a conectar. Pero lo que nos esperaba no era mucho mejor…



Tras el monólogo empezó el interrogatorio…
-             -  ¿Qué años tenéis? 20 y 24.
-             -  ¿Qué hacéis aquí? ¿Por qué venís a USA? ¿Por qué Wisconsin? ¿Por qué Lacrosse? ¿Por qué…? ¿Por qué…? [Me recordaba todo esto al día de la embajada, con el tipo en el otro lado del cristal preguntándome cosas para darme el visado.]
      
      Alucinante retahíla de preguntas que nos sobrevivieron a las que solo acertamos a decir: “Queremos aprender inglés, es una gran experiencia venir aquí”.
      
      Y a lo que llega la frase lapidaria del día y de mi estancia: “Pues para estudiar inglés iros a Nueva Zelanda”. Nuestra cara de póker debió ser brutal, no sabíamos ni donde meternos. El hombre se despide de nosotros con un “encantado de conoceros” a eso de las 18.45 y nos dice: ”Es hora de dormir”. Esta misma persona es la que habla siete idiomas y chapurrea otros cuatro, es un neurocirujano reconocido,… pero ¡qué quieres que te diga! Es un tipo diferente. Está colgao’.

      A partir de ahí todo mejoró. Nos quedamos con la madre y la niña pequeña (tienen 3 y a cada cual peor) que se ponía los pantalones en la cabeza y gritaba: “¡No puedo ver!”. Fue un momento divertido. Mientras esto sucedía vi unas patas moverse por debajo de la puerta y resulta que era el ¡gato! Otro buen momento sucedió cuando mi alumno, con una facilidad pasmosa, nos dio un curso básico acerca del ADN, nos leyó parte de un cuento de Tintín y nos dejó con la boca abierta más de una ocasión. Este chico es un genio.

      El día pasó y en el colegio no escuché más que preguntas acerca nuestra cena. Todo el mundo quiere saber. Es cómico, gracioso,… pero la gente no sabe que tiene delante un auténtico portento de chico, un auténtico diamante que, como todo genio, no es normal.

                                                                                                                

                                                                       El próximo jueves más historias 

5 comentarios:

  1. es verdad!! cuando he visto YMCA lo PRIMERO que he pensado es en la canción y los 4? tíos en cueros jajaja

    lo de las cenas tiene que ser épico...cada día jugando a la lotería de con quién te toca cenar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ahora mismo no recuerdo cuántos eran... pero da un poco igual. Nos tenía que haber visto en casa de la profe bailando eso... para echarnos del país!!!
      Pues últimamente voy a casa de alumnos míos, y no me mola mucho porque es un poco marrón; aunque al final siempre hay cosas que contar. :D

      Eliminar
  2. Madre mía, que bien te lo pasas, te tratan a cuerpo de rey chato, espero que estés disfrutando tanto como dejas patente aquí. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad que me tratan demasiado bien, pero no es para menos, yo me hago querer!! jajajajaj Por ahora muy bien, me gustaría tener un poquito las tardes de entre semana más ocupadas; pero claro ahora hace buen tiempo y cualquiera se mete en el gym; luego supongo que iré más a menudo. Cuídate por allí y aprovecha que no te doy la murga!!! xD

      Eliminar
  3. que bueno, lo de es "es mas malo al futbolin que uno sin brazos"

    ResponderEliminar